THE BLOG

Bienvenida al embarazo!

embarazo Apr 03, 2019

Nunca me imaginé que el embarazo llegara desde el primer minuto con un coctel tan grande de emociones, miedos, ilusiones, dudas y sobre todo un llamado tan claro para conectar contigo misma. Muchas veces van llegando los sucesos a nuestra vida y si no nos pausamos a escucharnos y hacernos dueños del proceso, son ellos los que nos manejan a su antojo y acabamos por convertirnos en sus víctimas.

Para Sergio y para mi, la vuelta a México venía con la idea de empezar hacer familia pero sinceramente me costó tomar la decisión por el miedo a soltar mi vida profesional en un momento tan especial para mi. Hace 3 años que emprendí mi nueva carrera y este año se empezaron a dar los frutos que más esperaba, con esto llegaron grandes proyectos que me tenían encantada y a mil por hora. Aun así, sabía que quería formar familia, pero que es algo tan más grande que nosotros, que nunca me sentiría preparada para hacerlo. Entonces nos aventamos a la búsqueda y dentro que tuvimos la gran bendición de quedarnos embarazados desde el primer momento, la noticia arrojo su río de emociones y la invitación a ir hacia adentro: desacelerar el ritmo, escucharme y reacomodar todo dentro de mi.

Viviendo este trimestre de embarazo me ha quedado claro que la vida siempre te hace llamadas para invitarte a que te adueñes de lo que estás viviendo. Pero, si no quieres escuchar entonces te grita (y muchas veces tampoco queremos escuchar los gritos). Para mi, en el primer par de meses de mi embarazo, las dos veces que quise ponerme con mucha energía a trabajar y concretar proyectos, mi cuerpo me pidió calmarme, primero con una influenza y luego perdiendo 4 kilos por bichos (literalmente un día no podía caminar dos metros sin cansarme). Además de estos dos gritos, tuve las otras tantas llamadas sutiles del cuerpo; la poca energía, el mucho sueño, la sensibilidad a flor de piel, la montaña rusa de emociones, los malestares y aun así quería malabarear todas las piezas al mismo tiempo.

Hace cómo un mes, tomé todas estas llamadas cómo una clara señal de que mi cuerpo me estaba pidiendo atención. Conforme fui rebajando mis supuestos deberes, pude escuchar con más claridad y descubrir que estaba viviendo con un aceleré bastante importante, muchas presiones y auto exigencias muy innecesarias para mi bienestar en general, pero principalmente para esta nueva etapa de mi vida. Y no es que sienta que debo dejar de lado por completo mi trabajo, pero si reajustar mis tiempos, formas y energía a mi nueva prioridad para que así todo pueda seguir funcionando, pero de una manera más equilibrada.

Podría decir que este es el primer descubrimiento que me trajo este embarazo, el reconocer la importancia de conectar conmigo siempre, con mi mundo interior y sé que solo puedo lograrlo bajando el ritmo. Pienso que los manjares de la vida están en las cosas más sutiles y definitivamente veo el embarazo cómo uno de los más grandes manjares. Y para realmente apreciar lo más sutil y delicado, se necesita calma. Por eso escojo la calma cómo mi gran maestra de esta etapa. Los primeros meses tuve que cancelar algunos retiros y talleres que ya tenía planeados para dar este año y me costó un montón hacerlo, pero en cuanto di el paso, sentí la paz que llega cuando tomas la decisión correcta. De hecho, esto es algo que constantemente me preguntan mis coachees en sesiones, que cómo pueden saber si están tomando la decisión adecuada. Para mí siempre se resume a la paz. ¿Te da paz real? Tómalo ¿No te da paz? Deséchalo. Y claro que muchas de las decisiones que más paz nos dan, son las que más miedo nos da tomar en un principio… he ahí el arte de aprender a usar nuestros miedos a nuestro favor para ir construyendo una vida más alineada a nuestra verdad. 

Como con todo en la vida, no sé si volveré a tener otro embarazo o cuanto dure este, y me queda claro que quiero vivirlo lo más presente posible. Quiero conectar conmigo, con la nueva personita que crece dentro de mi y con la nueva relación que surge de todo esto con Sergio. De hecho hoy leía, que lo más bonito de no poder ver a tu bebe durante el embarazo, es que te obliga a poner más atención.

Se que vienen meses de muchos cambios, miedos, ilusiones y heridas que se destaparán día con día y habrá mucho que asimilar, aceptar y sanar. Por eso he decidido que estos 6 meses que quedan, nadie me los quita, sobre todo yo a mi misma. Y con esto me refiero a no censurarme o pasar desapercibido todo lo que sienta en mi interior en este tiempo, honrar cada una de las etapas permitiéndome sentirlas tal cuál vengan y procurar esa calma que me permita apreciar lo más posible.

Ahora se que estos procesos son los más sigilosos para atraer la atención más delicada por el impacto trascendental que tienen y definitivamente es así cómo quiero vivir la que será, posiblemente, el inicio de la etapa más importante de mi vida. 

Ustedes, mamás, papás.. ¿cómo vivieron los primeros meses de su primer embarazo?

SUBSCRIBE FOR WEEKLY LIFE LESSONS

Lorem ipsum dolor sit amet, metus at rhoncus dapibus, habitasse vitae cubilia odio sed.

We hate SPAM. We will never sell your information, for any reason.